Caso Errejón

«¡Ven aquí!»: Errejón retó 3 veces al agredido mientras sus acompañantes se lo llevaban

OKDIARIO accede en exclusiva al vídeo de la presunta agresión por la que se investiga al diputado nacional.

Dos hombres acompañan al líder de Más Madrid y en tres ocasiones impiden que regrese al lugar donde presuntamente había dado una patada a un vecino de Lavapiés.

Este es el vídeo de la agresión de Íñigo Errejón a un jubilado con cáncer de colon

El ‘pacífico’ Errejón mintió en el Congreso: “Hice lo que ustedes harían, marcharme”

Así fue la patada de Errejón en el estómago a un enfermo de cáncer de colon de 67 años

Ver vídeo
  • Alfonso Egea / Luis Miguel Montero

La presunta agresión sufrida por un vecino de Lavapiés de 67 años el pasado 2 de mayo por parte de Íñigo Errejón fue grabada por una cámara de seguridad demasiado lejana como para apreciar de forma absolutamente nítida la patada que este hombre atribuye al líder de Más País. Eso es innegable. Sin embargo, las cámaras de Lavapiés grabaron muchas otras escenas aquella noche en las que puede verse al diputado nacional antes y después de la escaramuza en la que lanzó la presunta patada.

Antes de entrar al detalle del vídeo que hoy desvela en exclusiva OKDIARIO es conveniente repasar un par de aspectos. El primero, cómo describió el propio Íñigo Errejón lo que sucedió aquella noche: contó su versión un día después de que este diario revelara los hechos y no motu proprio sino porque un periodista de OKDIARIO se lo preguntó en la ronda de preguntas de una comparecencia en el Congreso de los Diputados. Íñigo Errejón dijo: “La acusación que se me dirige es falsa y yo, faltaría más, estoy a disposición de cualquier información oficial que se me requiera (…) A mí, como le pasa a más figuras políticas, me piden fotografías con frecuencia y casi siempre con buen ánimo. Unas veces no es así, en esos casos me las suelo hacer igual, cuando veo que la situación es un poco incómoda no me las hago (…) las dos personas que me pidieron la fotografía empezaron a gritarme e insultarme. Cuando eso pasa, hago lo que ustedes harían, marcharme”.

Era la respuesta del diputado a la acusación de un hombre que aseguraba que tras pedirle un selfie Errejón le dijo que él a esas horas no trabajaba y que tras afear su antipatía el diputado acabó lanzándole un puntapié que le alcanzó en una hernia que empeoró en cuestión de horas. La última frase de la explicación de Errejón es definitiva, y si no, atentos.

En igualdad de términos la versión de Íñigo Errejón parece la más razonable y civilizada: ‘No quiero líos y me marcho del lugar’… ¿y eso es compatible con lo que se ve en las imágenes? OKDIARIO tiene en exclusiva el vídeo que hace falta para hacer esa comprobación.

Se lo tienen que llevar a tirones

Según la cámara de la calle Salitre son las 23 horas y 3 minutos de la noche del 2 de mayo. Durante 5 minutos ha habido lo que Íñigo Errejón describe como una situación incómoda y su denunciante una escaramuza que incluye una agresión. Ya ha acabado el episodio de la bronca y en la imagen se aprecia como tres hombres vestidos con ropa oscura descienden la calle aproximándose cada vez más a la cámara que los graba. El diputado camina junto a dos hombres que en apenas unos metros lo tienen que retener tres veces cogiéndolo por el brazo para impedir que regrese a la escena de la presunta agresión. Su actitud y su lenguaje corporal no es precisamente el de quien evita los problemas marchándose del lugar.

De hecho, la escena definitiva de este vídeo fue captada por la cámara a las 23 horas 03 minutos y 40 segundos del 2 de mayo. Errejón y sus dos acompañantes llegan a la altura de un establecimiento cuya iluminación les hace aparecer de forma nítida ante la cámara de seguridad. Es la tercera vez que el diputado nacional se da la vuelta y amaga con volver sobre sus pasos a la escena que asegura haber abandonado para evitar problemas. Errejón mira hacia la escena que deja tras de sí y levanta el brazo derecho. Con la mano hace el gesto de «¡Ven aquí!». Errejón quería que quienes se quedaron allí, en la escena de la presunta patada, vayan hacia donde está él. Más que evitar problemas en la imagen que revela hoy este diario parece que Errejón reta a alguien para zanjar algún asunto anterior.

En ese momento la insistencia de los acompañantes del diputado nacional para abandonar la zona aumenta y uno de ellos le agarra con fuerza del brazo para bajárselo, obligarle a dejar de hacer el gesto y llevárselo de allí. Es curioso las prisas que los acompañantes de Íñigo Errejón se dan para abandonar la zona, sobre todo si se contextualizan con las llamadas de los testigos a la Policía, exactamente dos minutos después de la presunta agresión. Si Errejón y sus acompañantes sabían que iban a llamar a la Policía, ¿por qué no se quedaron allí mismo para aclarar con los agentes que dos ciudadanos le habían insultado para pedirle una foto? Eso sólo lo sabe Errejón.

Las imágenes que revela hoy este periódico no sólo ilustran y ponen a prueba la versión que el líder de Más País dio de estos hechos sino que retrata, literalmente, a quienes lo acompañan, que como testigos con obligación de decir la verdad deberían explicar ante el juzgado por qué tuvieron que impedir hasta en tres ocasiones que su amigo Errejón volviera a la escena de la trifulca.

Lo último en Investigación

Últimas noticias